LA ADORACIÓN EN ESPÍRITU Y VERDAD

Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan 4:23-24).

 

Saludos amigos en Cristo. Dios les bendiga. Nuestra reflexión en este día es acerca de la adoración a Dios. Y si alguien te preguntara ¿Y usted cómo adora a Dios? ¿Qué le responderías? En el tiempo de Jesús, los Hebreos tenían sinagogas o templos donde el pueblo iba a adorar a Dios a través de los sacrificios del cordero pascual y las ofrendas hechas en el santuario. Era el único pueblo que en el Antiguo Testamento adoraba a Dios conforme a las Sagradas Escrituras, en espíritu y en verdad; como dice la Escritura:

 

📖 “¿Qué ventaja tiene, pues, el judío?... Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios” (Romanos 3:1-2).

 

Y a diferencia de los demás pueblos cananeos que ofrecían sacrificios humanos a sus dioses, por ejemplo: a Astoret, diosa  de los Sidonios; a Milcom, ídolo abominable de los Amonitas; a Quemos, ídolo abominable de Moab; a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón (1ª Reyes 11:5-7) ;  a Tamúz, falso mesías Babilónico (Ezequiel 8:14); al sol (Ezequiel 8:16); a Ishtar o Astarté, diosa del amor y la sexualidad en Babilonia y  Asiria; entre otros. Pero cuando vino Jesús, el cumplimiento de los sacrificios hebreos, murió como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29), y de aquí en adelante, la adoración sería para todos los seres humanos, en espíritu y verdad, porque el Padre tales adoradores busca que le adoren. Las Escrituras dicen:

 

📖 “En el mundo estaba (Jesús), y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:10-12). Somos hijos de Dios solo por creer y aceptar a Cristo Jesús quien derramó su sangre en la cruz del Calvario por todos nosotros.

📖 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna” (Juan 3.16). El sacrificio de Jesús es suficiente para ser perdonados y tener una esperanza.

📖 “Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe, y eso no es de vosotros, pues es un don de Dios. No por obras para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9). La salvación no viene porque tú y yo seamos buenos ni porque hagamos muchas buenas obras ni porque hagamos muchas mandas y nos vayamos de rodillas ante los ídolos sino solo por la gracia de Dios, y esa gracia es el amor abundante de Dios Padre para salvar a la humanidad. Pero también nos pide que guardemos sus mandamientos.

📖 “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14:15). Y si guardamos los mandamientos de Dios no transgredimos la Ley, y por lo tanto, tratamos de amar a Dios y al prójimo. Jesús mismo los guardó dándonos un ejemplo de obediencia con un Escrito Está.

📖 “Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor” (Juan 15:10).

📖 “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en este verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” (1ª Juan 2:4-6).

📖 “Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis” (Juan 13:15). Así que el ejemplo, no es una iglesia sino Jesús.

📖 “Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él” (Juan 14:23). ¿Quieres que Dios Padre y Jesús more en tu corazón para que seas salvo por gracia? Sigue el ejemplo de Jesús en todo lo que dicen las Escrituras.

 

Mientras que, en el Occidente con nuestras culturas, la adoración era similar a los cananeos; se ofrecían sacrificios humanos; los Teotihuacanos ofrecían un sacrificio diario a Quetzalcóatl, la serpiente emplumada; los Mayas a Coatlicue, serpiente antigua; los Mexicas al sol y a la luna (Ver Apocalipto); etc.  hasta que llegaron los españoles y nos evangelizaron, entregándonos una adoración cambiada, mutilada y adulterada, ya por la iglesia católica romano y al mismo tiempo el idioma. Por esto, a cada creyente se lo llama Católico romano porque heredamos una cultura de parte de la Roma Antigua, una mezcla de paganismo con cristianismo a la vez.

 

La historia declara que cuando el emperador Constantino, el Grande, entró a la iglesia, ésta se corrompió al permitir la entrada de muchas doctrinas paganas para adorar a Dios, y entre ellas están, la adoración del sol y la adoración de las imágenes de los santos y la madre del Señor Jesús. Y la primera de ellas fue cuando el emperador cambió por decreto la adoración, del sábado de Jehová o Yahvé al día del sol:

Ley dada por Constantino, relativa al día de descanso, el 7 Marzo 321: “que todos los jueces y habitantes de la ciudad, y todos los mercaderes y artesanos descansen en el venerable  día del sol.  Empero que labradores atiendan en completa libertad al cultivo de los campos;  ya  que acontece  que  ningún  otro  día es tan adecuado para la siembra del grano y para plantar la viña; de aquí que no se deba  dejar pasar el tiempo  favorable por el cielo”  (Codex Justinianus, Libro 3, titulo 12  y  párrafo 2(3); Cuerpo del Derecho Romano Tomo 4, pág. 333).  Y una vez caído el Imperio romano en el año 476, la iglesia católica continuó en su lugar:

“El Imperio Romano entró en una fase de desintegración hasta que desapareció en el año 476, Roma pasó, de ser la Ciudad de los Emperadores, a la Ciudad de los Papas.  La iglesia heredó de Roma sus cuadros Administrativos y se convirtió en  la única  fuerza capaz  de salvar y perpetuar la civilización clásica” (Enciclopedia Autodidáctica, Océano  Color. Tomo 8, pág. 2153). Mientras que la Escritura dice:

 

📖 “Acuérdate del día de sábado para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; más el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo[c] y lo santificó” (Éxodo 20:8-11). Este fue el mandamiento cambiado por Constantino y hasta la fecha, después de 1700 años, se sigue guardando el domingo en las iglesias cristianas y en la iglesia católica.

Ya en la Edad Media, la Iglesia Romana, continuidad del Imperio Romano, en el año 787 cambió el Segundo Mandamiento de la Ley de Dios, que dice:

📖 “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos” (Éxodo 20:4-6).

 

Y en su lugar decretó: “La adoración de las imágenes, la cual consistió en arrodillarse ante ellas, besarlas, encenderles velas, ofrecerles incienso y darles culto” (Segundo Concilio de Nicea, Séptima Sesión, año 787). Y la pregunta:

 

¿DE DÓNDE VINIERON LAS COSTUMBRES DE LA IGLESIA CATÓLICA ROMANA?

Eusebio, el historiador dice de varias formas que Constantino usó para recomendarles a los paganos la nueva  religión, le transfirió varios de los ornamentos  externos a los cuales ellos estaban acostumbrados: el uso de templos dedicados  a santos en particular y en ocasiones, adornados con ramas de árboles, incienso, lámparas y velas, ofrendas para recuperar la salud,  santas bendiciones para los sembradíos, vestiduras sacerdotales, la tonsura, el agua bendita, el anillo de matrimonio, los asilos,  días de fiesta y estaciones, uso de calendarios, procesiones, mirar hacia el oriente, las imágenes más tarde, la Letanía del Rosario y quizás la Liturgia Eclesiástica, todas eran de  origen pagano y santificadas al ser introducidas por Constantino a la iglesia.                              (El Desarrollo de la Doctrina Cristiana, pág. 373.  John Henry Newman. Uno de los principales cardenales católicos de Inglaterra).

 

 Una autora dice: “Para dar a los convertidos del paganismo algo que equivaliera al culto de los ídolos y para animarles a que aceptaran nominalmente el cristianismo, se introdujo gradualmente en el culto cristiano la adoración de imágenes y de reliquias. Este sistema de idolatría fue definitivamente sancionado por decreto de un concilio general. Y Para remate de su obra sacrílega, Roma se atrevió a borrar de la ley de Dios el segundo mandamiento, que prohíbe la adoración de las imágenes y a dividir en dos el último mandamiento para conservar el número de éstos” (Elena de White: Conflicto de los Siglos, p. 55).

 

¿Te gustaría aceptar a Jesús en tu corazón y a adorar a Dios en Espíritu y Verdad? Dios te conoce en lo más profundo de tu corazón y quiero que le adores en espíritu y en verdad. Bendiciones para tu familia.