LA IRA DE DIOS CONTRA BABILONIA

«Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas» (Apocalipsis 18:4).

 

Saludos a todos mis amigos, hermanos y colegas. Que dondequiera que estén, la paz de Cristo los acompañe, se amen unos a otros como Dios manda, oren en el nombre de Cristo, estudien las Escrituras y den testimonio de que son seguidores del Maestro Jesucristo. En nuestro tema pasado, concluimos que el PECADO NOS APARTA DE DIOS. Y aunque Dios odia el pecado, ama al pecador que se arrepiente y acepta a Cristo Jesús, como su Salvador.

 

En el Antiguo Testamento, Dios permitió que los Babilonios, quienes reinaron en la historia del año 608 al 538 antes de Cristo, destruyeran la casa de Jehová, las murallas de Jerusalén, y todo fue dejado en ruinas, matando a espada a todos los rebeldes, y hubo hambres, a tal grado que las mujeres piadosas cocinaban y se comían a sus hijos (Lamentaciones 4:10), y los vivos fueron llevados cautivos a Babilonia por sus pecados. Y sus pecados fueron, la transgresión de la Ley de Dios, porque la Biblia dice: “Todo aquel que comete pecado, infringe también la Ley, pues el pecado es infracción de la Ley” (1ª Juan 3:4). Y dichos pecados fueron: 1) La transgresión el Segundo mandamiento (Éxodo 20:4-6) al hacer imágenes y adorar a la reina del cielo (Jeremías 44:16-19). 2) La transgresión del Cuarto mandamiento del sábado (Éxodo 20:8-11) al hacer negocios con los mercaderes de su alrededor (Jeremías 19:23-27) y no ir templo para adorar a su Dios. 3) La transgresión del Séptimo mandamiento (Éxodo 20:14), al adulterar con las mujeres de sus prójimos (Jeremías 29:23), 4) El Noveno mandamiento (Éxodo 20:16), al andar en mentiras (Jeremías 23:14). Además, de las abominaciones que declara el profeta Ezequiel: 5) Al ofrecer Incienso a toda forma de reptiles y bestias abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel (Ezequiel 8:10-11). 6) Al endechar a Tamúz (Ezequiel 8:14), falso dios babilónico; y 7) Al dar las espaldas al templo de Jehová y con sus rostros hacia el oriente adorando al sol (Ezequiel 8:16). Por estos pecados se apartaron de Dios, y cuando el ser humano se aparta de Dios ¿quién lo puede defender y cuidar del enemigo y de todo tipo de peligro?

 

En el Nuevo Testamento el pecado de los hebreos, fue el rechazo de Jesús, el Mesías. Dice la Escritura: “Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:9-14). Y pedir a Barrabás, y crucificar a Jesús: “Pero toda la multitud gritó a una, diciendo: —¡Fuera con ése; suéltanos a Barrabás! Éste había sido echado en la cárcel por rebelión en la ciudad y por un homicidio. Les habló otra vez Pilato, queriendo soltar a Jesús; pero ellos volvieron a gritar, diciendo: —¡Crucifícalo, crucifícalo!” (Lucas 23:18-21).

Así que, a la luz de la Biblia, al ser rechazado Jesús por su pueblo en aquel entonces, la salvación se pasó a los gentiles, es decir, los que no éramos judíos, todas las naciones de la tierra. Por eso Jesús dijo: “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 20:18-20). Jesús está con todos aquellos que obedecen su mandato y educan espiritualmente a otros para que se salven.

 

Hoy, el país de Babilonia no existe porque fue destruida por los Medos y los Persas pero tiene una aplicación simbólica espiritual, y se aplica a la mezcla de doctrinas bíblicas con tradiciones paganas. Leamos esos mismos pecados en la tradición y veamos ¿quién es Babilonia espiritualmente?

 

1. Babilonia espiritual dice que se deben adorar las imágenes de María, la virgen; y las de los santos apóstoles, y por eso existen en todas las parroquias para que los fieles se acerquen a Dios a través de ellos como intercesores, y de ahí de la celebración de las fiestas patronales a todos los santos que existen en los pueblos.

 

Las Escrituras dicen del Segundo Mandamiento de la Ley de Dios: “No te harás imagen alguna de lo que esté en el cielo, ni en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra; no te inclinarás a ellas ni las adorarás…” (Éxodo 20:4-6). Al adorar a María como la reina del cielo, con cuyo título se adoraba a la diosa de Egipto en los días de Jeremías (Jeremías 44:16-19), se adora a las diosas paganas con el mismo nombre, Diana de los Efesios para los Romanos (Hechos 19:27), Artemiza como diosa de los griegos, a Astarté como diosa mesopotámica que los sumerios conocían como Inanna, los acadios, asirios y babilonios como Ishtar, y los israelitas como Astarot en los días de Salomón (1ª Reyes 11:5). https://es.wikipedia.org/wiki/Astart%C3%A9

 

Además, la Biblia declara que ninguno de los apóstoles se dejó adorar en la tierra. Uno de los apóstoles más reconocidos de la Iglesia Cristiana fue Pedro, y él como dirigente y misionero de la iglesia, no se dejó adorar por un Centurión de la Compañía la “Italiana”, dicen las Escrituras: “Al otro día entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo convocado a sus parientes y amigos más íntimos. Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre” (Hechos 10:24-26).

 

2. Babilonia dice que el día de adoración es el domingo porque es el día que resucitó nuestro Señor Jesucristo. Mientras que, la Escritura dicen del sábado: “Acuérdate del sábado, para consagrarlo. Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, … Acuérdate de que en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y que descansó el séptimo día. Por eso el Señor bendijo y consagró el día de reposo” (Éxodo 20:8-11 Nueva Versión Internacional). Cristo Jesús nuestro Señor, nos dio el ejemplo porque Él personalmente adoró en sábado: “Fue a Nazaret, donde se había criado, y un sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre. Se levantó para leer las Escrituras” (Lucas 4:16). Los apóstoles siguieron el ejemplo de Jesús: “Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y por tres sábados discutió con ellos, declarando y exponiendo por medio de las Escrituras que era necesario que el Cristo padeciera y resucitara de los muertos. Y decía: «Jesús, a quien yo os anuncio, es el Cristo” (Hechos 17:2-3). “Y (Pablo) discutía en la sinagoga todos los sábados, y persuadía a judíos y a griegos” (Hechos 18:4). Así que, podemos decir que tanto Cristo y sus apóstoles nos dejaron gran ejemplo en la adoración a Dios en el día sábado y no en el día domingo.

 

La historia nos declara que el Emperador Constantino, fue el primer emperador que impuso una ley dominical, al cambiar el día de adoración del día sábado al domingo, como día del sol, porque los romanos adoraban al dios Mitra, según la mitología Romana es el dios del sol invicto sol, dios persa incorporado e introducido al imperio romano. https://hablemosdemitologias.com/c-mitologia-romana/mitra/

 

“Ley dada por Constantino, relativa al día de descanso, el 7 Marzo 321: “ Que todos los jueces  y habitantes de la ciudad, y  todos  los  mercaderes y artesanos  descansen  en EL VENERABLE  DÍA DEL SOL. Empero que labradores atiendan en completa libertad al cultivo de los campos; ya que acontece que ningún otro día es tan adecuado para la siembra del grano y para plantar la viña; de aquí que no se deba dejar el tiempo favorable por el cielo” (Codex Justinianus, Libro 3, titulo 12  y  párrafo 2(3); Cuerpo del Derecho Romano Tomo 4, pág. 333).

 

"Podrás leer la Biblia desde el Génesis hasta el Apocalipsis, y no encontrarás ni una sola línea que autorice la santificación del domingo. Las Escrituras mandan la observancia religiosa del sábado, el día que nosotros nunca santificamos" (Cardenal James Gibbons, The Faith of Our Fathers, (La Fe de Nuestros Padres), Edición 88, pág. 89).

 

“La Iglesia... tomó el domingo pagano y lo convirtió en domingo cristiano... y así el domingo pagano, dedicado al sol se convirtió en domingo cristiano consagrado a Jesús (El Mundo Católico, Vol. 58, n° 338, pág. 809).

 

“La autoridad de la Iglesia podría, sin embargo, no estar fundamentada en la autoridad de las Escrituras, porque la Iglesia ha cambiado...el Sábado al domingo, no por mandamiento de Cristo sino por su propia autoridad” (Canón y Tradición, pág. 263).

 

"Por supuesto, la Iglesia Católica reafirma que el cambio fue su acto....y ese acto es LA MARCA de su poder eclesiástico y autoridad en materias de religiosas" (Carta del 28 de Octubre  de 1895, de C. F. Thomas).

 

3) Con la transgresión de estos DOS MANDAMIENTOS que tienen que ver con la verdadera ADORACIÓN a Dios Padre y a Dios Hijo, Babilonia espiritual hace y dice MENTIRAS al transgredir el Noveno mandamiento que dice: “No mentirás” (Éxodo 20:16).

El Señor Jesús en su tiempo, reprendió a los dirigentes judíos porque no aceptaban la verdad y la torcían, y les dijo: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla, pues es mentiroso y padre de mentira” (Juan 8:44). Y también la Escritura dice que tanto los adúlteros como los mentirosos no heredarán el reino de los cielos: “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos de vosotros, pero ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro Dios” (1ª Corintios 6:9-12). “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Apocalipsis 21:8).  Se que al igual que un servidor, hay muchos hijos e hijas de Dios en la tradición, y no han sido rechazados por Dios, por eso Dios les pide de salir de babilonia espiritual.

 

El Conflicto de los Siglos, un libro que declara toda la verdad de lo que pasó en la Edad Media y lo que vendrá en el futuro de esta tierra dice:

 

“Bien sabía Satanás que las Sagradas Escrituras capacitarían a los hombres para discernir los engaños de él y para oponerse a su poder. Por medio de la Palabra fue como el mismo Salvador del mundo resistió los ataques del tentador. A cada asalto suyo, Cristo presentaba el escudo de la verdad eterna diciendo: "Escrito está." A cada sugestión del adversario oponía él la sabiduría y el poder de la Palabra. Para mantener su poder sobre los hombres y establecer la autoridad del usurpador papal, Satanás necesita que ellos ignoren las Santas Escrituras. La Biblia ensalza a Dios y coloca a los hombres, seres finitos, en su verdadero sitio; por consiguiente, hay que esconder y suprimir sus verdades sagradas. Esta fue la lógica que adoptó la iglesia romana. Por centenares de años fue prohibida la circulación de la Biblia. No se permitía a la gente que la leyese ni que la tuviese en sus casas, y sacerdotes y prelados sin principios interpretaban las enseñanzas de ella para sostener sus pretensiones. Así fue como el papa vino a ser reconocido casi universalmente como vicegerente de Dios en la tierra, dotado de autoridad sobre la iglesia y el estado.

Una vez suprimido lo que descubría el error, Satanás hizo lo que quiso. La profecía había declarado que el papado pensaría "mudar los tiempos y la ley" (Daniel 7: 25). No tardó en iniciar esta obra. Para dar a los convertidos del paganismo algo que equivaliera al culto de los ídolos y para animarlos a que aceptaran nominalmente el cristianismo, se introdujo gradualmente en el culto cristiano la adoración de imágenes y de reliquias. Para remate de su obra sacrílega, Roma se atrevió a borrar de la ley de Dios el segundo mandamiento, que prohíbe la adoración de las imágenes y a dividir en dos el último mandamiento para conservar el número de éstos.

El espíritu de concesión al paganismo fomentó aún más el desprecio de la autoridad del Cielo. Obrando por medio de directores inconversos de la iglesia, Satanás atentó también contra el cuarto mandamiento y trató de echar a un lado el antiguo sábado, el día que Dios había bendecido y santificado (Génesis 2:2, 3), para colocar en su lugar el día festivo observado por los paganos como "el venerable día del sol." (Conflicto de los Siglos, pp. 55-56).

 

 

Conclusión: Así como Dios permitió que Israel fuera llevado cautivo a Babilonia por sus pecados; así también hoy en día, el pueblo de Dios está cautivo en babilonia mística o espiritual por los mismos pecados. Por eso Dios le dice a su pueblo: “Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas” (Apocalipsis 18:4). Por esto la invitación del salvador: “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14:15). Que Dios nos ayude y nos preparemos para la venida de Jesús y nos encuentre justos, rectos, amables, amorosos y bondadosos. Y si vives, vive tu vida amando y no juzgando a tu prójimo para que seas hijo e hija de Dios. Dios te bendiga y supla tus necesidades.