LA REFORMA PRO SALUD

 

LA DIETA DEL EDÉN

Y dijo Dios: He aquí, yo os he dado toda planta que da semilla que hay en la superficie de toda la tierra, y todo árbol que tiene fruto que da semilla; esto os servirá de alimento. Y a toda bestia de la tierra, a toda ave de los cielos y a todo lo que se mueve sobre la tierra, y que tiene vida, les he dado toda planta verde para alimento. Y fue así. Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y fue la mañana: el sexto día (Génesis 1:29-31).

 

Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma (3ª Juan 2). Este fue el mensaje de Dios en el tiempo apostólico. Dios quiere que seamos prosperados en todo, pero en especial que tengamos tanto salud física como espiritual.  Y pasado el tiempo, llegamos al tiempo del fin, después del 1798, y en especial cuando nace el Movimiento de la Reforma del Sábado (1844), este mensaje de salud se conecta con El Mensaje del Primer Ángel de Apocalipsis 14que dice:

 

Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegadoy adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas (Apocalipsis 14:6-7).

 

Y por lo que, este mensaje del PRIMER ÁNGEL nos manda hasta el Jardín del Edén, en donde Dios en el PRINCIPIO creó al hombre: 1) A su IMAGEN Y SEMEJANZA (Génesis 1:26). 2) Le dio un RÉGIMEN ALIMENTICIO VEGETARIANO para alimentarse (Génesis 1;29-31). Y 3) Le dio el SÁBADO como SÉPTIMO DÍA para DESCANSAR Y ADORAR a su creador (Génesis 2:1-3).

 

Y al mismo tiempo, Dios revela el PRINCIPIO DE LA SALUD  a través de Elena de White, quien contempla en VISIÓN y es llevada al LUGAR SANTÍSIMO del SANTUARIO CELESTIAL como estaba ESCRITO en la Escritura: "Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo... (Apoc. 11:19). Y donde ella, en una de sus PRIMERAS VISIONES: 

 

El sábado 3 de abril de 1847

 

“Entonces un templo, en el cuál entré.  Pasé por una puerta antes de llegar al primer velo.  Este velo fue levantado y pasé al lugar santo. Vi el altar de incienso, el candelabro con las siete lámparas y la mesa con los panes de la proposición, etc. Después de contemplar la gloria del lugar santo, Jesús levantó el segundo velo, y entré al lugar santísimo.

En el lugar santísimo vi un arca, cuya cubierta y lados estaban recubiertos de oro purísimo. En cada extremo del arca había un hermoso querubín con las alas extendidas sobre el arca. Sus rostros estaban frente a frente uno de otro, pero miraban hacia abajo. Entre los dos ángeles se hallaba un incensario de oro.  Sobre el arca, donde estaban los ángeles, había una gloria sumamente esplendorosa que semejaba un trono donde moraba Dios. Junto al arca estaba Jesús.

Dentro del arca estaba el vaso de oro con el maná. La florida vara de Aarón y las tablas de piedra, que se plegaban la una sobre la otra como las hojas de un libro Abriólas Jesús y vi en ellas los diez mandamientos escritos por el dedo de Dios. En una tabla había cuatro, y en la otra seis. Los cuatro de la primera brillaban más que los otros seis.  Pero el cuarto, el mandamiento del sábado, brillaba más que todos, porque el sábado fue puesto aparte para que se lo guardase en honor del santo nombre de Dios. El santo sábado resplandecía, rodeado de un nimbo de gloria (Primeros Escritos, 32-33).

El vaso de oro con el MANÁ, es un símbolo de la REFORMA PRO SALUD. Y que, así como los hebreos estuvieron 40 años en el desierto y comían el MANÁ, como alimento dado por Dios, antes de heredar y entrar a la TIERRA PROMETIDA.  Así también, los hijos de Dios en el TIEMPO DEL FIN, deben llevar acabo una alimentación a base de FRUTAS Y VERDURAS,  la REFORMA PRO SALUD, antes de entrar en la CANAÁN CELESTIAL.

 

RÉGIMEN ALIMENTICIO POST DILUVIANO:

La salud es un gran tesoro. Es la posesión más valiosa que los mortales pueden tener. La riqueza, el honor o los conocimientos se han adquirido a muy alto precio si costaron la pérdida del vigor de la salud. Ninguna de esas posesiones puede brindar felicidad si falta la salud. Es un terrible pecado abusar de la salud que Dios nos ha dado; porque cada abuso que se comete nos debilita para la vida y nos convierte en perdedores” (Consejos sobre la Salud, pág. 186).

“La carne de animales no fue el alimento original del hombre. A éste se le permitió comerla después del diluvio, porque toda la vegetación había sido destruida. Pero la maldición pronunciada sobre el hombre, sobre la tierra y sobre todo ser viviente, ha producido cambios extraños y asombrosos, y desde el diluvio la raza humana ha estado acortando su período de vida. La degeneración física, mental y espiritual está aumentando rápidamente en estos días finales” (Manuscrito 3, 1897).

Después del diluvio la gente comía mayormente alimentos de origen animal. Dios vio que las costumbres del hombre se habían corrompido,…. Y permitió que la raza longeva comiera alimentos de origen animal para abreviar su existencia pecaminosa. Pronto después del diluvio la raza humana comenzó a decrecer en tamaño y en longevidad” (Consejos Sobre el Régimen Alimenticio (CRA Pág. 446).

Consejo 106*. Nuestros sanatorios y nuestras iglesias pueden alcanzar una norma más elevada y más santa. La reforma pro salud ha de ser enseñada y practicada por nuestros hermanos. El Señor está pidiendo que haya un reavivamiento de los principios de la reforma pro salud. Los adventistas tienen una obra especial que hacer como mensajeros a fin de trabajar por las almas y los cuerpos de los hombres. Cristo ha dicho de su pueblo: "Vosotros sois la luz del mundo" (Mat. 5:14). Somos el pueblo que lleva el nombre del Señor, para proclamar las verdades de origen divino. La obra más solemne y sagrada que alguna vez se haya dado a los mortales es la de proclamar los mensajes del primero, el segundo y el tercer ángel a nuestro mundo (CRA. Pág. 89-90).

Consejo 451: “Hay muchas maneras de practicar el arte de sanar; pero hay una sola que el cielo aprueba. Los remedios de Dios son los simples agentes de la naturaleza, que no recargarán ni debilitarán el organismo por la fuerza de sus propiedades. El aire puro y el agua, el aseo y la debida alimentación, la pureza en la vida y una firme confianza en Dios, son remedios por cuya falta millares están muriendo”. Sin embargo, estos remedios están pasando de moda porque su uso hábil requiere trabajo que la gente no aprecia. El aire puro, el ejercicio, el agua pura y un ambiente limpio y amable, están al alcance de todos con poco costo; mientras que las drogas son costosas, tanto en recursos como en el efecto que producen sobre el organismo (CRA, 355).

Consejo 640: “Los habitantes del mundo antiguo comían y bebían con intemperancia. Consumían carne aunque Dios no les había dado permiso para comerla. Comían y bebían con exceso, y sus apetitos depravados eran ilimitados…  A medida que los hombres se multiplicaban después del diluvio, se olvidaron de Dios y se corrompieron delante de él. Toda forma de intemperancia aumentó en gran medida” (CRA Pág. 446).

“LA DIETA DEL EDÉN”

“Una y otra vez se me ha mostrado que Dios está tratando de llevarnos de vuelta, paso a paso, hacia su plan original, es a saber, que el hombre subsista dependiendo de los productos naturales le la tierra” (Maranatha - 61).

Consejo 432. El Señor me dio claras instrucciones en el sentido de que la carne no debe colocarse ante los pacientes en los comedores de nuestros sanatorios. Se me dio la información de que los pacientes podrían tener carne si, después de escuchar las conferencias que se dan en la sala, todavía insisten en que se les proporcione ese alimento, pero que, en tales casos, esa carne deben comerla en sus propias piezas. Todos los ayudantes han de descartar la carne de su alimentación. Pero, como queda dicho anteriormente, si, después de saber que no puede colocarse carne en las mesas del comedor, unos pocos pacientes insisten en tenerla, proporcionádsela de buen grado en sus propias habitaciones (CRA, 342).

Una dieta escogida por el Creador

Consejo 481: Los cereales, las frutas carnosas, las oleaginosas y las legumbres constituyen el alimento escogido para nosotros por el Creador. Preparados del modo más sencillo y natural posible, son los comestibles más sanos y nutritivos. Comunican una fuerza, una resistencia y un vigor intelectual que no pueden obtenerse de un régimen alimenticio más complejo y estimulante” (CRA, pág, 370).

Consejo 482: “Los que comen carne no hacen más que comer cereales y verduras de segunda mano pues el animal recibe de tales productos el alimento que lo nutre. La vida que estaba en los cereales y en las verduras pasa al organismo del ser que los come. Nosotros a nuestra vez la recibimos al comer la carne del animal. ¡Cuánto mejor sería aprovecharla directamente, comiendo el alimento que Dios dispuso para nuestro uso!

Consejo 483*. Es un error suponer que la fuerza muscular depende de consumir alimento animal, pues sin él las necesidades del organismo pueden satisfacerse mejor y es posible gozar de salud más robusta. Los cereales, las frutas, las oleaginosas y las verduras contienen todas las propiedades nutritivas para producir buena sangre.

Consejo 484*. En los cereales, las frutas, las legumbres, las hortalizas y las frutas oleaginosas secas (nueces, semillas de marañón, almendras, cashews, avellanas y cacahuates) han de encontrarse todos los elementos que necesitamos. Si acudiéramos al Señor con una mente sencilla, él nos enseñaría cómo preparar alimentos sanos, libres de la contaminación de la carne” (CRA, pág, 371).

Consejo 488*. “Los cereales y las frutas preparados sin grasa, y en una condición tan natural como sea posible, deben ser el alimento para las mesas de todos los que pretenden estar preparándose para la traslación al cielo”( 2 T, 352, 1989) (CRA. Pág. 372).

Consejo 492*. Cuando se deja la carne hay que sustituirla con una variedad de cereales, nueces, legumbres, verduras y frutas que sea nutritiva y agradable al paladar... La carne debe reemplazarse con alimentos sanos y baratos (CRA, pág, 373).

Consejo El régimen a base de carne/Un resultado del pecado

Consejo 639*. Dios dio a nuestros primeros padres el alimento que él había establecido que la raza humana debía consumir. Era contrario a su plan que se quitara la vida a ningún ser viviente. No había de haber muerte en el Edén. El fruto de los árboles del huerto constituía el alimento exigido por las necesidades del hombre. Dios no dio al hombre permiso para consumir alimentos animales hasta después del diluvio…. La gente que vivió antes del diluvio comía alimentos de origen animal y gratificaba su apetito hasta que se colmó la copa de la iniquidad, y Dios limpió la tierra de su contaminación moral mediante el diluvio. Entonces descansó sobre la tierra la tercera maldición terrible. La primera maldición se pronunció sobre la posteridad de Adán y sobre la tierra, a causa de la desobediencia. La segunda maldición vino sobre la tierra después que Caín mató a su hermano Abel. La tercera y más terrible maldición de Dios vino sobre la tierra con el diluvio”(CRA. Pág. 445-446).

 

Consejo 784*. Hay un mensaje que presentar en cada iglesia con respecto a la reforma pro salud. HAY UNA OBRA QUE HACER EN CADA ESCUELA. Ni al director ni a los maestros debiera encargárseles la juventud hasta que tengan un conocimiento práctico sobre este tema. Algunos se han sentido en la libertad de criticar y poner en duda y encontrar faltas en los principios de la reforma pro salud, de la cual saben poco por experiencia. Ellos deben sostener, hombro a hombro, y corazón a corazón a los que están trabajando en la debida dirección (CRA, pág. 547).

 

Consejo 711*. Muchos padres actúan como si carecieran de raciocinio. Se hallan en un estado de letargo, paralizados por la complacencia del apetito pervertido y de la pasión degradante. Nuestros ministros, que conocen la verdad, deben despertar al pueblo de su condición paralizada, e inducir a nuestros hermanos a dejar las cosas que crean apetito por la carne. Si descuidan la reforma, perderán poder espiritual, y llegarán a estar cada vez más degradados por la complacencia pecaminosa…“Que ninguno de nuestros ministros presente un ejemplo malo en el consumo de carne. Vivan ellos y sus familias a la altura de la reforma pro salud. No animalicen nuestros pastores su propia naturaleza y la naturaleza de sus hijos. Niños cuyos deseos no han sido restringidos, son tentados no sólo a complacer los hábitos comunes de intemperancia, sino también a dar rienda suelta a sus bajas pasiones, y a desatender la pureza y la virtud” (CRA 478).  

 

Consejo 715*. Aun cuando no hacemos del uso de la carne una prueba [de discipulado], aun cuando no queremos forzar a nadie a abandonar su uso, es nuestro deber pedir que ningún ministro de la asociación tome livianamente o se oponga al mensaje de la reforma en este punto. Si, en vista de la luz que Dios nos ha dado con respecto al efecto del consumo de la carne sobre el sistema, continuáis comiendo carne, debéis soportar las consecuencias. Pero no asumáis una posición, ante el pueblo, que les permita pensar que no es necesario llamar a una reforma con respecto al consumo de carne; porque el Señor está llamando a una reforma. El Señor nos ha dado la tarea de proclamar el mensaje de la reforma pro salud, y si vosotros no podéis avanzar en las filas de los que dan este mensaje, no debes hacer esto prominente. Al obrar en contra de los esfuerzos de vuestros obreros colaboradores, quienes enseñan la reforma pro salud, estáis fuera de lugar y actuáis en el lado erróneo (CRA. Pág. 481).

 

Consejo 716*. Como mensajeros de Dios, ¿no presentaremos un testimonio decidido en contra de la complacencia de un apetito pervertido?... Dios ha provisto abundancia de frutas y cereales, los cuales pueden ser saludablemente preparado y empleados en cantidades debidas. ¿Por qué, entonces, continúan los hombres eligiendo carne? ¿Podemos tener confianza en ministros que, sentados en mesas donde se sirve carne, se unen con los demás para comerla?... "Guardad cuidadosamente los mandamientos de Jehová vuestro Dios". Todo el que viola las leyes de la salud será visitado seguramente por el desagrado de Dios…(CRA. Pág. 481).

 

Consejo 717*. Alístense nuestros ministros y colportores bajo el estandarte de la estricta temperanciaNunca se avergüencen de decir: "No, gracias; no como carne. Tengo escrúpulos de conciencia contra el comer la carne de animales muertos" (CRA. Pág. 482).

 

Consejo 719*. Si pudiese beneficiamos el satisfacer nuestro deseo de comer carne, no os dirigiría esta súplica; pero sé que ello es imposible. Los alimentos preparados a base de carne perjudican la salud física, y debemos aprender a vivir sin ellos…. Se me ha mostrado que no debe servirse a los alumnos de nuestros colegios carne ni otros productos reconocidos como dañinos para la salud. Ninguna cosa que pudiera hacer apetecer estimulantes debe ser colocada sobre la mesa… Algunos piensan que no pueden vivir sin comer carne; pero si quisieran ponerse de parte del Señor, decididos a andar resueltamente en la senda en que él nos ha guiado, recibirían fuerza y sabiduría como Daniel y sus compañeros. Dios les daría entendimiento sano…

 Los adventistas del séptimo día transmiten verdades trascendentales. Hace más de cuarenta años que el Señor nos dio luces especiales sobre la reforma pro salud; pero, ¿cómo seguimos en esa luz? ¡Cuántos hay que han rehusado poner su vida en armonía con los consejos de Dios! Como pueblo, debiéramos realizar progresos proporcionales a la luz que hemos recibido (CRA. Pág. 483-484).

“El comer carne de animales es pernicioso para la salud del cuerpo, y todos los que siguen un régimen a base de carne están intensificando sus pasiones animales, …(Carta 54, 1896).

"Mediante el uso de la carne la naturaleza animal se fortalece, y la naturaleza espiritual se debilita" (Evangelismo 482).

“El Señor ha estado enseñando a su pueblo que el abstenerse de consumir carne es para el bienestar espiritual y físico de ellos. No hay necesidad de comer carne de animales”(Carta 83, 1901).

 

Las Enfermedades por la Carne

“Muchas veces cuando se come carne, ésta se descompone en el estómago, y produce enfermedad. El cáncer, los tumores y las enfermedades pulmonares son producidos mayormente por el consumo de carne” (CRA. Pág. 458).

Consejo “488. Los cereales y las frutas preparados sin grasa, y en una condición tan natural como sea posible, deben ser el alimento para las mesas de todos los que pretenden estar preparándose para la traslación al cielo (CRA, pág. 372).

Consejo 492*. Cuando se deja la carne hay que sustituirla con una variedad de cereales, nueces, legumbres, verduras y frutas que sea nutritiva y agradable al paladar... La carne debe reemplazarse con alimentos sanos y baratos (CRA, pág. 373).

Consejo 673*. Ingeridas como alimento las carnes perjudican a la sangre. Al cocinar carnes con muchos condimentos, y al comerlas con pasteles y tortas suculentas, se obtiene sangre de mala calidad. El organismo está demasiado recargado para asimilar esa clase de alimentos. Los pasteles de carne y los encurtidos, que nunca debieran hallar cabida en un estómago humano, proporcionarán una sangre de pésima calidad. Y un alimento de mala clase, cocinado en forma impropia y en cantidad insuficiente, no puede formar buena sangre. Los alimentos suculentos a base de carne y un régimen empobrecido producirán los mismos resultados.

Consejo 674*. El cáncer, los tumores y todas las enfermedades inflamatorias son producidos mayormente por el consumo de carne.

Por la luz que Dios me ha dado sé que la prevalencia de cáncer y tumores se debe mayormente a un sistema de vida vulgar a base de carne (CRA, pág. 463).

Consejo 675*. El régimen a base de carne es un asunto serio. ¿Vivirán los seres humanos a base de carne de animales muertos? La respuestas por la luz que Dios me ha dado es:"No, decididamente no". Las instituciones que promueven la reforma pro salud deben educar sobre este asunto. Los médicos que pretenden comprender el organismo humano no deben animar a sus pacientes a vivir a base de carne de animales muertos. Deben señalar el aumento de las enfermedades en el reino animal. Según el testimonio de los examinadores muy pocos animales están libres de enfermedad, y la práctica de comer mayormente carne hace que se contraigan enfermedades de todo género: cáncer, tumores, escrófula, tuberculosis y una cantidad de otras afecciones similares.

Consejo 676*. Los que comen carne y sus derivados no saben lo que ingieren. Muchas veces si hubieran visto los animales vivos y conocieran la calidad de su carne, la rechazarían con repugnancia. Continuamente sucede que la gente come carne llena de gérmenes de tuberculosis y cáncer. Así se propagan estas enfermedades y otras también graves.

Consejo 677*. Las mesas de muchas mujeres que profesan ser cristianas se cubren diariamente con una variedad de platos que irritan el estómago y producen una condición febril en el organismo. La carne constituye el artículo principal de alimentación en la mesa de algunas familias, hasta que su sangre se llena de tumores cancerosos y escrofulosos. Sus cuerpos se componen de lo que comen. Pero cuando los aflige el sufrimiento y la enfermedad, estas cosas se consideran una aflicción de la Providencia (CRA, pág. 464).

“Exhorto a quienes ha asumido una posición neutral respecto a la Reforma Pro salud, a que se conviertan” (6T, 377).

“Ignorar voluntariamente la reforma Pro Salud descalificará a cualquier persona para servir como mensajero del Señor” (6T, 378).

 

Existe una clase numerosa que rechazará cualquier movimiento de reforma, por razonable que sea, si es que impone restricciones al apetito. Consultan el gusto, en vez de la razón y las leyes de la salud. Esta clase se opondrá a todos los que dejan la senda trillada del hábito y prefieren defender la reforma, y los tildará de radicales si ellos insisten en llevar tal conducta consecuente. Pero nadie debe permitir que la oposición ni el ridículo lo desvíen de la obra de reforma, ni que se la hagan considerar con ligereza. El que está dominado por el espíritu que animaba a Daniel, no será estrecho ni orgulloso, sino que será firme y decidido en favor de lo recto (Consejos sobre el Régimen Alimenticio, p. 229).

 

EL NO PRACTICAR LA REFORMA PRO SALUD DESCALIFICA PARA EL MINISTERIO

 

¿Por qué es que algunos de nuestros hermanos que ministran manifiestan tan poco interés en la reforma pro salud? Es porque la instrucción sobre la temperancia en todas las cosas se opone a su práctica de complacerse a sí mismos. En algunos lugares ésta ha sido la gran piedra de tropiezo en la tarea de hacer que el pueblo investigue, practique y enseñe la reforma pro salud. Ningún hombre debe ser consagrado como maestro del pueblo mientras su propia enseñanza o ejemplo contradiga el testimonio que Dios ha dado a sus siervos para que presenten con respecto al régimen, porque esto traerá confusión. Su falta de consideración por la reforma pro salud los descalifica para presentarse como mensajeros del Señor (Consejos sobre el Régimen Alimenticio, p. 545).

 

“Comer carne, en esta época de la historia de la tierra, es deshonrar a Dios” (Bible Training School, 1 de julio 1902, párrafo 3).

 

“El comer carne empeora la calidad de la sangre” (JT. Tomo 1, 189). Favorece la enfermedad (JT. Tomo 1, 195), y Produce cánceres y tumores (JT. Tomo 3, 359).