JESÚS: EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA (3ª parte)

 

«JESÚS le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la VIDA; nadie viene al Padre, sino por mí» (Juan 14:6). 

 

En nuestro tema anterior hablamos de Jesús como la VERDAD y dimos muchas evidencias bíblicas de cómo Cristo Jesús, es la verdad hoy y por los siglos de los siglos. Hoy hablaremos a cerca de JESÚS como la VIDA.

 

¿Por qué Cristo Jesús es la VIDA? Porque las Sagradas Escrituras declaran de Él:                                                                                                                                      

1) “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la VIDA, y la VIDA era la luz de los hombres” (Juan 1:3-4).   

                   

2) Venía desde la Eternidad:” Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad” (Miqueas 5:2). Por eso Jesús dijo:” Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apocalipsis 1:8). El principio divino es la ETERNIDAD y desde allá venía Jesús, de aquí que diga Génesis 1:1 “En el principio creó Dios los cielos y la tierra…

 

3) “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan VIDA, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).

 

4) “Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de VIDA (porque la VIDA (Jesús) fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo” (1ª Juan 1:1-3).

 

5) “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).

 

6) “Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta VIDA está en su Hijo” (1ª Juan 5:11).

 

7) “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es VIDA eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23).

 

8) “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36).

 

9) “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3).

 

Como JESÚS es la VIDA, dio vida resucitando a dos personas:

 

1) Al hijo de la viuda de Naín: “Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud. Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad. Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores. Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate. Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre. Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y Dios ha visitado a su pueblo” (Lucas 7:11-16).

 

2) Y Lázaro, su amigo: “Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios;… Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo” (Juan 11:17-27).

 

Conclusión: Todo aquel que acepta a Cristo como la vida, tendrá el privilegio de volverse a encontrar con sus seres amados cuando venga Jesús con grande poder y gloria en las nubes de los cielos. Porque la Escritura dice: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1ª Tesalonicenses 4:16-17).

 

Y por último ¿Te gustaría aceptar a Cristo Jesús como la VIDA ETERNA y empezar a hacer un cambio, siguiendo su ejemplo en tu vida? Dios te bendiga.