ESTILO DE VIDA SALUDABLE

“Un corazón alegre constituye una buena medicina” (Proverbios 17:22).

 

La mayoría de las evidencias en estudios de estilos de vidas saludables, muestran claramente que estamos “nadando en contra corriente” si esperamos mejorar nuestra salud. La mayoría de las evidencias muestran que las generaciones de hoy en día tienen los peores indicadores de salud en la edad moderna y probablemente vivirán menos que sus padres. La mayoría de nuestros jóvenes y porque no decirlo de adultos, enfrentan problemas como: estrés, alta presión, adicciones a las drogas y al alcohol, depresión, consumo de alimentos inadecuados (desórdenes alimenticios), sedentarismo, descanso inadecuado, falta de valores y buenos modales, erosión en vínculos sociales/familiares, y un aumento grande en los suicidios por el encierro y muertes por el Covid19. ¿Cómo poder enfrentar todos estos problemas? Tendrías que estar constantemente buscando ayuda profesional y estar trabajando solo para tu salud. Pero ¿por qué no cambiar nuestro estilo de vida y buscar un estilo de vida más saludable? El factor más poderoso en el estado de salud y bienestar del individuo es su estilo de vida. Nuestro estilo de vida, es decir, la manera en que cada uno de nosotros vivimos día tras día y minuto a minuto, es determinante en el mantenimiento de la salud al momento de enfrentar las enfermedades y las influencias malsanas en este mundo. Este hecho está comprobado científicamente, y es parte del mensaje de las Sagradas Escrituras. “…porque todos los que tomen espada, a espada perecerán, es decir, “La manera en que vivimos, determina la manera en que morimos” (parafraseado de Mateo 26:52).

Y para esto, La Iglesia Adventista del Séptimo Día ofrece al mundo un Estilo de Vida Saludable a través de los “Remedios de la naturaleza: “ADELANTE” es la palabra que desglosada letra por letra tiene un gran significado para prolongar la vida a través de la salud: 

A=AGUA. Toma suficiente agua para que uno de tus filtros, los riñones, no se atrofien a través de la acumulación de sales minerales proveniente de tus alimentos, y después tengas que sufrir de cálculos renales, o piedras en el riñón. Además, checa tu pipí y su color, esto determina cómo andas en el consumo de este líquido. Un vaso de agua por la mañana ayuda a tus intestinos, y si le exprimes un limón te dará un agua alcalina y, alcalinizarás tu organismo. Busca en Internet todos los beneficios.  

D=DESCANSO. Es la cesación del trabajo, es tranquilizarse.  El descanso es uno de los sanadores esenciales conocidos por la humanidad.  Cuando usted se enferma, lo primero que hace es acostarse en su cama hasta que se recupere, porque el poder restaurador del descanso es una de las claves para recuperar la salud. Podemos descansar de varias formas: cambiar del trabajo mental al físico es un buen método de descanso para los ejecutivos y personas que laboran intelectualmente; el dormir es otro tipo de descanso, inclusive podemos incluir un baño con agua tibia para relajar los músculos agotados.  Dios estableció el descanso sabiamente en nuestro cuerpo a través de la noche:

- El corazón descansa después de cada latido.

- Los pulmones descansan después de cada ciclo respiratorio.

- El sistema nervioso descansa durante el sueño.

- Los músculos se relajan gradualmente después de cada contracción.

- Los órganos de los sentidos descansan completamente al cesar toda clase de actividad, es decir, en el sueño profundo.

- El estómago no debe mantenerse en funcionamiento continuo.  Debemos darle a este órgano tan maltratado y del cual tanto se ha abusado, algo de paz y descanso.  Después que el estómago ha hecho el trabajo de una comida, no se le imponga más labor antes que haya tenido oportunidad de descansar y antes que la naturaleza haya provisto suficiente jugo gástrico para poder absorber más comida.  Debieran transcurrir por lo menos de cuatro a cinco horas entre dos comidas, y debiéramos recordar que, si se quiere realizar una prueba, se comprobará que dos comidas son más saludables que tres.  Cuando nos entregamos al descanso, el estómago debe haber concluido ya su tarea, para que él también pueda descansar, como los demás órganos del cuerpo.  Si es necesario tomar una tercera comida, ésta debería ser liviana y debería tomarse varias horas antes de acostarse.

El sueño, el dulce restaurador de la naturaleza, revigorizará el cuerpo cansado y lo preparará para los deberes del día siguiente.  Una parte vital de un estilo de vida saludable es la cantidad y calidad del sueño.                                                      - Absténgase del tabaco, la nicotina, la cafeína, la teína o el alcohol.                    - Tómese el tiempo para tranquilizarse y solucionar cualquier problema que le haya causado ira, resentimiento o algún tipo de emoción fuerte.                          - Sea regular en las horas de dormir.  Como dicen: "El que temprano se acuesta, temprano se levanta".  Las investigaciones demuestran que de acuerdo al "ritmo cardíaco" que está regulado por los rayos del sol, el sueño más profundo ocurre entre las 9 y las 12 de la noche.

E=EJERCICIO. Hoy en día se hace muy poco ejercicio, por el transporte personal en carro, taxis, autobuses, etc. Por lo que, encontramos mucha inactividad; la sociedad se ha desarrollado de tal manera, que la mayoría de las personas están envueltas en ocupaciones que no requieren de mucho esfuerzo físico. La razón por la cual muchos se quejan de enfermedad, es que dejan de hacer suficiente ejercicio, y se complacen en comer en exceso, lo que conlleva a las enfermedades nutricionales: obesidad o sobrepeso, trastornos alimenticios, anorexia, bulimia, anemia y diabetes. Los que se acostumbran a hacer ejercicio apropiado, al aire libre y en la mañana, generalmente tienen una buena salud y vigorosa circulación, una sangre oxigenada. Los hombres y las mujeres, jóvenes y mayores, cualquiera que sea su ocupación o inclinación, deberían decidirse a hacer ejercicio al aire libre, tanto, como les sea posible. El trabajo del campo, el huerto y el jardín, traerá salud y fuerza a los nervios y a los músculos.  De esta forma, la languidez (cansancio, fatiga, flojera) y la debilidad desaparecerán, la salud tomará el lugar de la enfermedad, y la fortaleza el lugar de la debilidad.

Existe el dicho: "El que no encuentra tiempo para hacer ejercicio, encuentra tiempo para estar enfermo".  Algunas razones que hacen certero éste dicho:

- El ejercicio reduce el riesgo de las enfermedades del corazón porque mejora la fuerza y la eficiencia del corazón y baja la presión arterial.

- Mejora la fuerza de los músculos y de los huesos, así como de los ligamentos, tendones y cartílagos.

- Fortalece el sistema Inmunológico. El ejercicio aumenta el número de las células blancas llamadas linfocitos, que son las que "batallan" contra la enfermedad.

- Retrasa el envejecimiento, previene las venas varicosas, contrarresta la artritis e incluso combate la osteoporosis.

Se recomienda hacer ejercicios 2 o 3 veces por semana, pero diariamente no es demasiado. Si los enfermos desean recuperar la salud, no debieran descontinuar el ejercicio físico; porque así aumentarán la debilidad muscular y el decaimiento general.  Véndese un brazo y deje de usarlo por unas pocas semanas, después quítele las vendas y descubrirá que es más débil que el brazo que ha estado usando moderadamente durante el mismo tiempo.  La inactividad produce el mismo efecto en todo el sistema muscular, no permite que la sangre despida las impurezas como sucedería si el ejercicio indujera una circulación activa. Los músculos y las venas pueden realizar mejor su trabajo, habrá un aumento de la vitalidad, tan necesaria para la salud. 

El ejercicio en el gimnasio, por bien dirigido que sea, no puede sustituir a la recreación al aire libre, donde pueda tener comunión con Dios a través de la naturaleza.  Elija una hora del día que sea mejor para usted y cumpla con su compromiso como una cita de negocios.  Camine diariamente entre 5 a 10 kilómetros. Luego, ejercite su cuerpo haciendo repeticiones de brazos, piernas, cabeza y tronco; el estiramiento es importante para evitar los dolores y desgarres. Tómese entre unos 20 a 30 minutos, y tendrá una excelente salud. Pero recuerde que no está compitiendo, así que no se esfuerce más allá de sus posibilidades, el ideal es ejercitarse. ¡Y goce de buena salud!

Elena de White dice: ¡La salud es un gran tesoro. Es la posesión más valiosa que los mortales pueden tener. La riqueza, el honor o los conocimientos se han adquirido a muy alto precio si costaron la pérdida del vigor de la salud. Ninguna de esas posesiones puede brindar felicidad si falta la salud. Es un terrible pecado abusar de la salud que Dios nos ha dado; porque cada abuso que se comete nos debilita para la vida y nos convierte en perdedores” (Elena de White: Consejos Sobre la Salud, pág. 186).

Al principio de este año fue un buen propósito hacer planes para estar saludables en todos los aspectos de nuestra vida, y de esta manera evitar todo tipo de enfermedades que acogen hoy a la humanidad, incluso el Covid19. Dios se preocupa por tu salud tanto física y espiritual: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma (3ª Juan 2). ¿Quieres estar sano (a) y evitar las enfermedades? Haz ejercicio: camina 10 km o involúcrate en un deporte, toma suficiente agua, busca áreas verdes, respira aire fresco y toma el sol, aliméntate bien, descansa y busca a Dios todas las mañanas. Bendiciones. Continuará.