LECCIÓN 13. “LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA A CERCA DEL ESTADO DE LOS MUERTOS”

 

La muerte es una enemiga cruel, y la mayoría de las personas sienten la tristeza que ella provoca. Leamos a la luz de la Biblia ¿qué está Escrito?

Cuando Dios formó al hombre, lo hizo del polvo de la tierra: Adán tenía cerebro, pero no estaba pensando; tenía corazón, pero no latía; tenía músculos, pero no se movían –hasta que Dios le sopló en su nariz el aliento de vida. ¿Y cuál fue el resultado? Un alma viviente, es decir: “Polvo de tierra + aliento de vida = alma viviente”. Una persona viva es un alma.  Al morir el hombre deja de ser alma viviente, es decir, dejó de existir y ya no, es más, un alma viviente. Mientras que, en la tradición católica, el hombre está formado de: “cuerpo y alma”, y de acuerdo a esto, cuando el hombre muere, el cuerpo se va a la tierra y el alma se va a Dios. Este concepto dicotómico griego (cuerpo y alma) fue introducido a la iglesia por los teólogos Agustín de Hipona y Thomás de Aquino, y a diferencia de concepto Bíblico, no se menciona el “aliento de vida”.

 

¿A dónde se van los seres amados cuando se mueren? ¿Al cielo directamente, al purgatorio, a la gloria? ¿O directamente al infierno? Ven conmigo a analizar este maravilloso tema a la luz de la Palabra de Dios. ¿Estás conmigo? Aquí vamos.

 

1) ¿Cómo formó Dios al hombre?                                             

Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra y sopló en su nariz aliento de vida, y el hombre llegó a ser un ALMA VIVIENTE (Génesis 2:7). Respuesta: Del Polvo de la tierra + aliento de vida = alma viviente.                         

El hombre está formado por dos ingredientes: 1. El polvo de la tierra y 2. El aliento de vida.  Adán tenía cerebro, pero no estaba pensando. Tenía corazón, pero no latía; tenía músculos, pero no se movían –hasta que Dios le sopló en la nariz el aliento de vida. ¿Y cuál fue el resultado?  “Polvo de tierra + aliento de vida = alma viviente”. La persona viva es un alma.  Al morir el hombre deja de ser alma viviente, es decir, dejó de existir.

                                                    

2) ¿Cuándo vino la muerte? (Génesis 2: 16-17)             

Y Jehová Dios mandó al hombre diciendo: “Puedes comer de todos los árboles del jardín; pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que comas de él, ciertamente morirás”. Entonces la serpiente dijo a la mujer: “ciertamente no moriréis” (Gén.3:3-4). Eva tenía la elección de creer en Dios o en la serpiente.  Dios había dicho que la muerte vendría como consecuencia de la desobediencia, y el maligno, hablando a través de la serpiente, dijo que ella no moriría. Adán y Eva al desobedecer a Dios pasaron a ser mortales, y las tendencias pecaminosas fueron trasmitidas a la raza humana, por lo tanto, la muerte se convirtió en una tragedia para toda la humanidad. Después de la desobediencia vino la MUERTE.   Dios dijo: Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado porque polvo eres y al polvo volverás (Génesis 3: 19). Por esta razón, así como el pecado entró en el mundo por medio de un solo hombre y la muerte por medio del pecado, así también la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. (Romanos 5: 12). Respuesta: Cuando Adán desobedeció a la voz del Creador.

                                

3) ¿Qué es la muerte? (Eclesiastés 12:7).                          

“Es que el polvo vuelve a la tierra, como era; y el espíritu vuelve a Dios, quien lo dio”.   La Biblia no dice que el alma se va al cielo, al infierno, a la gloria o al purgatorio; simplemente el hombre deja de existir como ALMA VIVIENTE porque se separan el polvo y el espíritu de Dios, y ya no hay más conciencia para obedecer. Respuesta: El fin de la vida o la separación del polvo de la tierra y el aliento de vida.

                                                   

4) ¿Alaban los muertos a Dios o los que descienden a la tumba?No alabarán los muertos a Jehová, ni cuantos descienden al silencio (Salmo 115: 17).  Porque en el sepulcro no te exaltará, ni te alabará la muerte, ni los que descienden a la tumba esperarán tu verdad. El que vive, solo el que vive te alabará como hoy lo hago yo. El padre contará tu verdad a sus hijos (Isaías 38:18-19).                              

La Biblia nunca sugiere que el “espíritu” es un tipo de segunda personalidad viviente que puede disfrutar la existencia personal separada del cuerpo, sino que enseña que el hombre no tiene conciencia, conocimiento, de lo que sea, en la muerte.  Si el “espíritu” que vuelve a Dios fuese capaz de actuar separado del cuerpo, ciertamente alabará a Dios en su presencia, pero el texto dice que los muertos no alaban al Señor. Respuesta: No, porque ya no tienen vida.   

               

5) ¿Saben algo los muertos?                 

“Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga, pues, su memoria es puesta en el olvido.  También su amor, su odio y su envidia, se acabaron ya, y ya no tienen parte en este mundo, en todo lo que se hace debajo del sol”…  “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el sepulcro, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría” (Eclesiastés 9: 5-6,10). Su espíritu ha de salir, y él volverá al polvo.  En aquel día perecerán sus pensamientos (Salmo 146: 4). Respuesta: Nada saben porque su memoria es puesta en el olvido.

                                                  

6) ¿Cómo comparó Jesús, la muerte?

Habiendo dicho estas cosas después les dijo: nuestro amigo Lázaro duerme, más voy a despertarlo. Entonces dijeron sus discípulos: Señor, si duerme, se sanará.  Sin embargo, Jesús había dicho esto de la muerte de Lázaro, pero ellos pensaron que hablaba del reposo del sueño.  Así que, luego Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto y me alegro de vosotros de no haber estado allí, más vamos para que creáis (Juan 11:11,14). También Está Escrito: ”Mas el hombre morirá, y será cortado; Perecerá el hombre, ¿y dónde estará él? Como las aguas se van del mar, Y el río se agota y se seca, Así el hombre yace y no vuelve a levantarse; Hasta que no haya cielo, no despertarán, Ni se levantarán de su sueño” (Job 14:10-12). Respuesta: Como un sueño.

 

7) ¿Qué esperanza dio Jesús a los discípulos y a todos los que escuchan estas palabras?                                               

“No os asombréis de esto, porque vendrá la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz, y saldrán, los que hicieron el bien para resurrección de vida, pero los que practicaron el mal para resurrección de condenación” (Juan 5:28-29). Respuesta: Los que hicieron el bien para resurrección de vida.

 

8) ¿Entonces qué sucederá con los muertos justos que creyeron en Jesús?  (1ª Tesalonicenses 4:16).

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de Arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero” Respuesta: Resucitarán primero                        

9) ¿Qué sucederá con los que estén vivos cuando venga Jesús?    “Luego nosotros, los que vivimos y habremos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes, para el encuentro con el Señor en el aire; y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (1ª Tesalonicenses 4:17-18). Respuesta: Seremos arrebatados al encuentro con el Señor en el aire.      

 

10) ¿Se han ido los santos y la bienaventurada María al cielo?   

Jesús dijo: nadie subió al cielo sino el que descendió (bajo) del cielo, el Hijo del Hombre que está en el cielo (Juan 3:13).

La Biblia dice claramente que ninguno de los humanos se ha ido al cielo porque no hay poder humano para volver a resucitar, sino solamente hasta que venga el Señor Jesús, con un veredicto de culpable o inocente. Sin embargo, Jesús dijo: Yo Soy la resurrección y la vida, todo aquel que cree en mí, aunque esté muerto vivirá (Juan 11:25).  De la manera que está establecido que el hombre muera una vez y después el juicio. Así también Cristo padeció una vez para quitar los pecados de muchos, y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, por todos los que le esperan (Hebreos 9:27-28).

  

Conclusión:  Ni nuestros seres amados que descansan en el polvo de la tierra, ni los apóstoles, ni María, la madre del Señor Jesús, ni Buda, ni Mahoma, ni algún otro santo, están en el cielo porque no ha venido Cristo Jesús como Juez de vivos y muertos y pagar a cada uno conforme a sus obras; Vida Eterna para los que le aceptaron como su salvador, y Muerte Eterna para los que no le aceptaron en su vida. Tú tienes la opción de escoger y prepararte. Dios te bendiga.

 

Mi decisión: Acepto que Cristo Jesús es la Resurrección y la Vida. Y le entrego mi corazón y me prepararé para obtener la vida eterna. Firma: _____________