3. LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA A CERCA DE LA ORACIÓN Y LA FE

Introducción

«Orad sin cesar» (1ª Tesalonicenses 5:17). «Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios» (Romanos 10:17).  La oración y la fe son dos herramientas que nos anclan a Cristo para no apartarnos de Dios, y el arma más poderosa para vencer al enemigo es la oración secreta que hagas todas las mañanas. Dice una autora:  "Bien sabe Satanás que todos aquellos a quienes pueda inducir a descuidar la oración y el estudio de las Sagradas Escrituras serán vencidos por sus ataques (Elena de White: Conflicto de los Siglos, pág. 573). ¿Estás conmigo? Aquí vamos con un “Escrito Está” o “Así dice el Señor”

 

1) ¿Cómo nos comunicamos con Dios? (Daniel 9:3)                                          Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza. Respuesta: A través de la Oración.

 

2) ¿Qué es la oración? (1ª Samuel 1:9-15)                                                             Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová, ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente. E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza. Mientras ella oraba largamente delante de Jehová, Elí estaba observando la boca de ella. Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria. Entonces le dijo Elí: ¿Hasta cuándo estarás ebria? Digiere tu vino. Y Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová. Respuesta: Derramar el alma a Dios.

 

3) ¿Cuánto poder tiene la oración sincera? (Santiago 5:16)                                Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.  Respuesta: Mucho poder.

 

4) ¿En nombre de quién debemos orar? (Juan 14:13-14).                                    Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. Respuesta: En el nombre del Señor Jesús.

 

5) ¿Contesta Dios las oraciones? (Mateo 7:7-11)                                        Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

 

6) ¿Qué es la fe? (Hebreos 11:1,6). Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Respuesta: Es la certeza y la convicción de que Dios existe.

 

7) ¿Cómo se desarrolla, la fe? (Romanos 10:17)                                              Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Respuesta: Estudiando y leyendo la Biblia.

 

¿QUÉ DEBO HACER?

1. Orar tres veces al día (Salmos 55:16-17)

En cuanto a mí, a Dios clamaré; Y Jehová me salvará. Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y él oirá mi voz

2. Practicar la oración privada (Mateo 6:6-8)

Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento (casa), y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.

3. Pedir cosas convenientes (Santiago 4:3).

Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. 

4. Pedir con fe (Mateo 21:22)

Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.

5. Orar sin cesar (1ª Tesalonicenses 5:17). Orad sin cesar.

 

Conclusión: Desarrollar un hábito de oración todos los días, antes de salir a todas nuestras actividades. Porque no sabe uno si ese día habremos de descansar o será el último día de nuestra vida en esta tierra.

 

¿CUÁLES SON LOS ASUNTOS POR LOS CUALES ORAR?                                A) Agradecimiento (Filipenses 4:6). Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.                                                     

B) Confesión de los pecados (Proverbios 28:13, Daniel 6:10; Salmo 32:1-2, 1 Juan 1:9).                                                                                                              +El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia (Prov. 28:13).                                                                     +Y Daniel... entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes (Dan. 6:10)                          +Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño (Salmo 32:1-2).                                                        +Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad (1ª Juan 1:9).                             

C) Protección divina (Salmos 23, 34:7-8, 91, Romanos 8:31).                     Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicads pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días (Salmo 23).                                         +El Ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende. Gustad, y ved que bueno es el Señor, felices los que confían en Él (Salmo 34:7-8)

 

ESTUDIO ADICIONAL

ü  La Oración Es el acto de abrir el corazón a Dios como un amigo y platicarle todos nuestros planes, metas, problemas y necesidades.  La oración es la llave en la mano de la fe para abrir el almacén del cielo, donde están atesorados los recursos infinitos de la Omnipotencia" (Camino a Cristo, p. 92).

ü  Orad en vuestro aposento; y al ir a vuestro trabajo cotidiano, levantad a menudo vuestro corazón a Dios. De este modo anduvo Enoc con Dios. Esas oraciones silenciosas llegan como precioso incienso al trono de la gracia. Satanás no puede vencer a aquel cuyo corazón esta así apoyado en Dios. No hay tiempo o lugar en que sea impropio orar a Dios. No hay nada que pueda impedirnos elevar nuestro corazón en ferviente oración. En medio de las multitudes y del afán de nuestros negocios, podemos ofrecer a Dios nuestras peticiones e implorar la divina dirección, como lo hizo Nehemías cuando hizo la petición delante del rey Artajerjes. En dondequiera que estemos podemos estar en comunión con él. Debemos tener abierta continuamente la puerta del corazón, e invitar siempre a Jesús a venir y morar en el alma como huésped celestial (Camino a Cristo, p. 99).

ü  Presentad a Dios vuestras necesidades, gozos, tristezas, cuidados y temores. No podéis agobiarlo ni cansarlo. El que tiene contados los cabellos de vuestra cabeza, no es indiferente a las necesidades de sus hijos. "Porque el Señor es muy misericordioso y compasivo' (Santiago 5: 11). Su amoroso corazón se conmueve por nuestras tristezas y aún por nuestra presentación de ellas. Llevadle todo lo que confunda vuestra mente. Ninguna cosa es demasiado grande para que él no la pueda soportar; él sostiene los mundos y gobierna todos los asuntos del universo. Ninguna cosa que de alguna manera afecte nuestra paz es tan pequeña que él no la note (Camino a Cristo, p. 100).

+El que habita al abrigo del Altísimo. Morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador, De la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás. Y verás la recompensa de los impíos Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación,  No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra. Sobre el león y el áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón.  Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi  nombre. Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación (Salmo 91).                                                                                                                            + ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 

D) Pedidos diversos (Santiago 1:5; Juan 15:7).                                                      +Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.                                                        + Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho (Juan 15:7).                                                       +Antes de salir de la casa para ir a trabajar, toda la familia debe ser convocada y el padre, o la madre en ausencia del padre, debe rogar con fervor a Dios que los guarde durante el día. Acudid con humildad, con un corazón lleno de ternura, presintiendo las tentaciones y peligros que os acechan a vosotros y a vuestros hijos, y por la fe atad a estos últimos sobre el altar, solicitando para ellos el cuidado del Señor. Los ángeles ministradores guardarán a los niños así dedicados a Dios. Es el deber de los padres creyentes levantar así, mañana y tarde, por ferviente oración y fe perseverante, una valla en derredor de sus hijos (Joyas de los Testimonios, tomo 1, pp. 147, 148).                                               

E) Hay que pedir por las necesidades ajenas (Job 42:10).                                    +Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job.