LOS TEMPLOS HECHOS POR MANOS HUMANAS(Parte 3)

«El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas» (Hechos 17:24).

 

Recuerdo que desde niño hasta los 12 o 14 años que mi abuela, encargada de la Parroquia de mi pueblo, me llevaba a las Parroquias de Huanímaro, Abasolo e Irapuato; y cada vez que entrábamos en ellas y veíamos en las vitrinas imágenes de Jesús, mi abuela decía como tocando el vidrio: pobre señor y nos persignábamos.

 

Y la pregunta que hicimos en el tema pasado fue: ¿Habita Dios en templos hechos por manos humanas? El libro de los Hechos de los Apóstoles cap. 17:24-31 dice: “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos. Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres. Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan. Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos”

 

Lecciones que podemos aprender:

1)  Dios no habita en templos hechos por manos humanas. Es decir, en los templos cristianos no está Dios, solo son casas de oración; y cuando se va a orar o adorar, Dios se hace presente a través de la oración. Está Escrito: “Otra vez os digo, que, si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18:19-20).

 

2) En las Parroquias tradicionales tampoco mora porque está lleno de idolatría, y las imágenes que se ponen, aunque sean de lo más preciado, no son Dios. Escrito Está: “No a nosotros, oh Señor, no a nosotros, Sino a tu nombre da gloria, Por tu misericordia, por tu verdad. ¿Por qué han de decir las gentes: ¿Dónde está ahora su Dios? Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho. Los ídolos de ellos son plata y oro. Obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven; Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen; Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos” (Salmos 115:1-8). También recuerdo que cuando era la cuaresma, salíamos a cargar el santo patrono del pueblo (le llaman señor del perdón), y yo lo cargaba personalmente con otra persona porque por sí solo no se movía. Otro ejemplo está en los templos de San Judas Tadeo, como cada 28 del mes es día del patrón; y en ese día como se hace de procesiones con él y fiestas. 

 

3) El Dios vivo no puede ser honrado o tocado por manos de hombres porque está en el cielo. Y si lo hacemos aquí en una figura hecha por manos humanas, mira lo que dice la Biblia: “Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden. ¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho? … porque los artífices mismos son hombres… El herrero toma la tenaza, trabaja en las ascuas, le da forma con los martillos, y trabaja en ello con la fuerza de su brazo; luego tiene hambre, y le faltan las fuerzas; no bebe agua, y se desmaya. El carpintero tiende la regla, lo señala con almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el compás, lo hace en forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo en casa. Corta cedros, y toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles del bosque; …De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de ellos para calentarse; enciende también el horno, y cuece panes; hace además un dios, y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él. Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se sacia; y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi dios eres tú. No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender” (Isaías 44:9-18). En estos textos englobamos toda la idolatría existente por la ignorancia de las Escrituras.

 

4) Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres. Dios nos ha redimido por la sangre preciosa de Cristo, su Hijo amado; y es solo cuando le aceptamos a Él, como nos llama hijos. Está Escrito: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” (Juan 3:16-19). “En el mundo estaba (Cristo), y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron (los Hebreos) Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Nosotros los que no somos Hebreos) (Juan 1:10-12). 

 

5) “Porque linaje suyo somos. Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres”. El Dios del cielo no puede se semejante a la idolatría como se nos enseñó a muchos, y lo hicimos porque esa era nuestra enseñanza; y si realmente amas a Dios, búscale en Espíritu y Verdad porque tales adoradores busca que le adoren (Juan 4:23-24).

 

6) “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan”. Cuando no conocemos las Sagradas Escrituras nos hacemos imágenes de Dios de una u otra forma porque así nos enseñaron nuestros padres, estos tiempos eran de ignorancia. Ahora que conoces esta verdad en Cristo Jesús, síguelo y recuerda que Él no se quedó clavado en la cruz del Calvario, lo pusieron en la tumba y al tercer día resucitó, y se fue al cielo para interceder por ti y por mí. Hoy es nuestro Intercesor (Romanos 8:34). Nuestro Mediador entre Dios y los hombres (1ª Timoteo 2:5). El único nombre en que podamos ser salvos (Hechos 4:12). Y nuestro Abogado (1ª Juan 2:1).

 

7) Cristo vendrá en toda su gloria a juzgar a vivos y a muertos, y sólo traerá dos veredictos: Inocente, para el que le siguió aquí en la tierra en espíritu y verdad; o culpable, para el que definitivamente no quiso dejar la idolatría, y las costumbres religiosas en las que se mezcla de mitad verdad y mitad mentira.    

¿Te gustaría aceptar y adorar a Dios y a Cristo Jesús, que está a la derecha del Padre en los cielos y adorarlos en Espíritu y Verdad? Dios te bendiga.