EL TERCER SELLO: EL CABALLO NEGRO

 

Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino» (Apocalipsis 6:5-6).

 

Saludos a todos mis hermanos, amigos y colegas. En el estudio de los Sellos de Apocalipsis, hoy veremos el Tercer Sello: El Caballo Negro.  El mensaje de la visión que se le muestra a San Juan textualmente dice: “Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes... El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando” (Apoc. 4:6-7). Estás conmigo. Aquí vamos.

 

Por lo que las características del Tercer Sello son las siguientes:

1) El tercer ser viviente, tenía el rostro como de hombre. Y la Biblia dice: “Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová” (Jeremías 17:5). Por lo que a partir del período del año 313 al 538, la Iglesia va a poner su confianza en el hombre y no en Dios, debido a que, de aquí en adelante, el cristianismo se va a mezclar con el paganismo del imperio romano y van a dejar a un lado, la doctrina de Cristo y de los apóstoles. Leamos la historia del cambio de un mandamiento bíblico: ““No mucho tiempo después del reconocimiento del cristianismo por Constantino, la observancia del domingo fue hecha obligatoria por ley. En el 7 de marzo del año 321 después de Cristo, todos los tribunales de justicia, todos los moradores de la ciudad y artesanos fueron obligados a reposar “EN EL VENERABLE DÍA DEL SOL”. Sólo quedaban exentos los granjeros, cuyo trabajo no podía ser interrumpido o demorado.” (Enciclopedia Americana, edición de 1969, Vol. XXVI, artículo “Domingo”, p. 32). 

2) El color negro es sinónimo de tinieblas espirituales, por lo que, al introducirse el paganismo del Imperio Romano al cristianismo, lo corrompió y este creció con una mezcla de creencias paganas con Biblia. Leamos la historia: “El emperador Constantino I, consciente de la fuerza que había cobrado el cristianismo entre la población del Imperio, ya había dado un primer paso histórico en el año 313 con la promulgación del Edicto de Milán, que puso fin a la persecución contra los cristianos. El 27 de febrero del 380, Teodosio promulgó el Edicto de Tesalónica, mediante el cual el cristianismo se convirtió en la religión oficial del imperio” (https://historia.nationalgeographic.com.es/a/teodosio-i-grande-y-triunfo-cristianismo).

3) La balanza en la mano es símbolo de comercio porque la voz de en medio de los seres vivientes habla del comercio del trigo y la cebada por un denario. Y en la parábola de “Los Obreros de la Viña”, el mayordomo contrata obreros a diferentes horarios de trabajo: a las nueve de la mañana, a las doce del día, a las tres y a las cinco de la tarde, y después los llama y les paga el salario de un DENARIO (Mateo 20:1-16). Esta parábola representa el llamado que Dios ha hecho a sus hijos en todos los tiempos de la historia de la cristiandad, y al final del tiempo, a todos se les va a pagar un DENARIO, es decir, la Salvación porque el denario representa a Cristo Jesús. Por lo que, a partir de este período de la historia, la iglesia empieza a comercializar o cobrar por la salvación, que es por gracia y un regalo de Dios. La Biblia dice: “Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” (Romanos 3:24).

 

Un libro de Historia Cristiana dice: “De un modo casi imperceptible las costumbres del paganismo penetraron en la iglesia cristiana. El espíritu de avenencia y de transacción fue coartado por algún tiempo por las terribles persecuciones que sufriera la iglesia bajo el régimen del paganismo. Mas habiendo cesado la persecución y habiendo penetrado el cristianismo en las cortes y palacios, la iglesia dejó a un lado la humilde sencillez de Cristo y de sus apóstoles por la pompa y el orgullo de los sacerdotes y gobernantes paganos, y substituyó los requerimientos de Dios por las teorías y tradiciones de los hombres. La conversión nominal de Constantino, a principios del siglo cuarto, causó gran regocijo; y el mundo, disfrazado con capa de rectitud, se introdujo en la iglesia. Desde entonces la obra de corrupción progresó rápidamente. El paganismo que parecía haber sido vencido, vino a ser el vencedor. Su espíritu dominó a la iglesia. Sus doctrinas, ceremonias y supersticiones se incorporaron a la fe y al culto de los que profesaban ser discípulos de Cristo” (Elena de White: Conflicto de los Siglos, pp. 53-54).

 

¿Te gustaría saber más de este período del cristianismo y qué pasó con la Iglesia de Cristo? Te invito para continuar con el estudio paralelo a este período: “Mensaje a la Iglesia de Pérgamo”. Dios te bendiga y te guarde de todo mal en esta pandemia y de todas las enfermedades. Te dé salud y bendiga a todos tus seres amados. Bendiciones.