"LA BIBLIA Y EL QUINTO MANDAMIENTO"

«HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE, PARA QUE TUS DÍAS SE ALARGUEN EN LA TIERRA QUE JEHOVÁ TU DIOS TE DÁ» (Éxodo 20:12). 

 

 ¿Quieres que te vaya bien en la vida? Honra a tus padres en vida, no los desobedezcas, ámalos, quiérelos y respétalos siempre con mucho cariño porque lo que tu hagas con tus padres en este tiempo, lo harán tus hijos contigo. En cierta ocasión un hombre estaba haciendo un gabán para su papá porque lo pensaba mandar al asilo, y entonces, su hijo le preguntó: Papá ¿para quién quieres ese gabán? Y el padre contestó: para tu abuelito que muy pronto lo voy a llevar a un asilo de ancianos donde lo cuiden y le alimenten bien. El hijo se puso triste porque amaba a su abuelito pero se quedó callado. Unos días después, el hijo se puso a hacer lo mismo que hacía el papá, quien le vio y le preguntó: hijo ¿qué estás haciendo? Entonces el hijo contestó: desde ahorita te haré tu gabán para que cuando te hagas viejito también mandarte al asilo. Entonces el padre entendió el mensaje. Las Escrituras dicen: “No hagas con otros, lo que no quieras que hagan contigo” (Mateo 7:12). Cuando nacen los hijos y los mandamos a la guardería porque no tenemos tiempo para atenderlos, ellos crecen con esa idea, y cuando los padres se hacen de edad, se voltea la tortilla, los hijos nos mandan a los asilos porque no tienen tiempo para alimentarnos y cuidarnos. 

La Biblia dice: Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra (Efesios 6:1-3).

 

¿Cuáles son los deberes de los padres para con los hijos? Desde el punto de vista divino, en los tiempos de Moisés y de la iglesia cristiana, los padres les repetían las Sagradas Escrituras a sus hijos. Escrito Está: «Escucha, ¡Oh Israel! El SEÑOR es nuestro Dios, el SEÑOR es uno. Y amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Recuerda siempre estos mandamientos que te doy hoy. Enséñaselos a tus hijos y háblales sobre ellos cuando estés en tu casa, cuando camines, cuando te acuestes y cuando te levantes. Escríbelos y átalos en tu brazo como un recordatorio y llévalos como cinta en tu frente. Escríbelos en las puertas de tu casa y a la entrada de tus ciudades» (Deuteronomio 6:4-9). Y de esta manera, los padres criaban hijos para Dios con principios divinos, y preparados para ser ciudadanos del reino de los cielos.

¿Y hoy en día será la excepción? El deber de los padres hoy en día, no solamente es alimentarlos, calzarlos, vestirlos e inculcarles principios y normas, una buena carrera y sentirse orgulloso de ellos, sino inculcarles el conocimiento y el amor de Dios. Principio divino que la mayoría de los padres han olvidado debido a las múltiples ocupaciones, y sin tiempo para ello; y por tal motivo, dejan que la televisión, las tecnologías o el internet los eduque, criando de esta manera hijos desobedientes, y sin principios divinos. La mayoría de los hijos crecen sin religión ni temor de Dios, y cuando llegan a ser grandes, muchos de ellos son grandes delincuentes, viciosos, amantes de lo ajeno, ateos, escépticos porque no creen en nada, y ellos mismos se hacen sus propios dioses. Deshonran a los padres, y por ende, deshonran a Dios.

 

Elena de White dice: “Se debe a los padres mayor grado de amor y respeto que a ninguna otra persona. Dios mismo, que les impuso la responsabilidad de guiar las almas puestas bajo su cuidado, ordenó que durante los primeros años de la vida, los padres estén en lugar de Dios respecto a sus hijos. El que desecha la legítima autoridad de sus padres, desecha la autoridad de Dios. El quinto mandamiento no sólo requiere que los hijos sean respetuosos, sumisos y obedientes a sus padres, sino que también los amen y sean tiernos con ellos, que alivien sus cuidados. que escuden su reputación, y que les ayuden y consuelen en su vejez. También encarga sean considerados con los ministros y gobernantes, y con todos aquellos en quienes Dios ha delegado autoridad. Este es, dice el apóstol, "el primer mandamiento con promesa" (Efes. 6: 2.) Para Israel, que esperaba entrar pronto en Canaán, esto significaba la promesa de que los obedientes vivirían largos años en aquella buena tierra; pero tiene un significado más amplio, pues incluye a todo el Israel de Dios, y promete la vida eterna sobre la tierra, cuando ésta sea librada de la maldición del pecado” (Patriarcas y Profetas. Pág. 316).

 

 

Conclusión: En base a esta información de la Biblia y la tradición podríamos decir que: El Sábado es y ha sido una Señal entre Dios y su pueblo, mientras que el Domingo es una Marca de la tradición de los hombres. Muy pronto habrá una controversia final en cuanto al día de adoración y habremos de decidir personalmente qué día guardar para Dios en base a un "Escrito Está". Toma tus decisiones sabias. Dios te bendiga.