LA IGLESIA CRISTIANA APOSTÓLICA O DE ÉFESO (Parte 3)

 

«Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: …Yo conozco tus obras,… Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.  Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.… Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios» (Apocalipsis 2:1-7).  

 

En nuestro mensaje anterior, vimos parte de las características de la “Iglesia Cristiana Apostólica” y las más importantes de todas es que Cristo Jesús en este momento es: Nuestro Intercesor ante el Padre (Romanos 8:34). Nuestro único Mediador ante el Padre (1ª Timoteo 2:5). Nuestro Abogado (1ª Juan 2:1). El Único Nombre para ser salvos, como dice la Escritura: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12). Y como nuestro Amigo, Jesús vendrá como Juez, por ti y por mí para entregarnos un veredicto de Inocentes porque confiamos en Él.

 

Y analizando nuestro texto: “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor” (Apoc. 2:4).  También este mensaje nos está hablando a todos los cristianos del tiempo del fin, es decir, a todos aquellos que en tiempos pasados nos reuníamos en templos para adorar a Dios, y que, durante toda esta pandemia, lo hemos dejado de hacer; porque se nos fue el primer amor por Cristo, o se nos hace difícil porque nos hemos quedado sin trabajo, o se nos murió un familiar o amigo por Covid19, y cuestionamos ¿dónde está Dios? O porque me vaya a contagiar, etc. tenemos miles de escusas, y ahora andamos abiertamente en el mundo sin temor de Dios, total, nadie los ve. Pero Dios nos dice: “Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido” (Apoc. 2:5). Sin embargo, Dios nos está llamando todavía al arrepentimiento como el hijo pródigo, como la oveja perdida o como la moneda perdida, que todavía pueden regresar al redil del Pastor Celestial que es Cristo. Él dijo: “Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,… También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor” (Juan 10:14,16). Las primeras obras de arrepentimiento son como las del hijo pródigo que le dijo al padre: “Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta” (Lucas 15:21-23). Dios no rechaza a nadie y en esta última etapa de la historia, mientras no se acabe la gracia, todavía hay fiesta cuando tú o yo nos arrepentimos y volvemos al Padre para escuchar su Voz, es decir, las Sagradas Escrituras, y día con día nos conectamos a través de la oración, y como consecuencia de esto, damos un buen testimonio de Jesús.

 

Hoy quiero hacer la pregunta: ¿Por qué se le llamó “Iglesia de Éfeso? Como la Biblia lo explica, se cumplió la promesa de la Venida del Espíritu Santo (Hechos 2) y el evangelio se predicó en Jerusalén, Judea, Samaria, y el mundo entero. Dentro de este espacio, Felipe lo hizo en toda Samaria (Hechos 8:4-40). El apóstol Pablo, en un principio como Saulo de Tarso perseguía a la Iglesia (Hechos 8:1-3), y después de su conversión (Hechos 9:1-19), predica en toda Asiá: Roma, Corinto, Tesalónica, Galacia, Éfeso, Filipos, Atenas, Colosa, etc. Pero en especial vayamos a “Éfeso” donde había un tempo dedicado a Diana de los Efesios, dice la Escritura: “Hubo por aquel tiempo un disturbio no pequeño acerca del Camino. Porque un platero llamado Demetrio, que hacía de plata templecillos de Diana, daba no poca ganancia a los artífices; a los cuales, reunidos con los obreros del mismo oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio obtenemos nuestra riqueza; pero veis y oís que este Pablo, no solamente en Éfeso, sino en casi toda Asia, ha apartado a muchas gentes con persuasión, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos. Y no solamente hay peligro de que este nuestro negocio venga a desacreditarse, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia, y el mundo entero. Cuando oyeron estas cosas, se llenaron de ira, y gritaron, diciendo: !!Grande es Diana de los efesios! Y la ciudad se llenó de confusión, y a una se lanzaron al teatro, arrebatando a Gayo y a Aristarco, macedonios, compañeros de Pablo. Y queriendo Pablo salir al pueblo, los discípulos no le dejaron. También algunas de las autoridades de Asia, que eran sus amigos, le enviaron recado, rogándole que no se presentase en el teatro. Unos, pues, gritaban una cosa, y otros otra; porque la concurrencia estaba confusa, y los más no sabían por qué se habían reunido” (Hechos 19:23-32). Como podemos leer, en Éfeso, toda Asia y el mundo entero, adoraban a Diana de los Efesios, y aún y con toda la idolatría, se estableció el cristianismo, gracias a Dios por conducto de Pablo. Por eso existe la Carta de Pablo a los Efesios. 

 

La última promesa dada a esta iglesia: “Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios” (Apoc. 2:7). El árbol de la vida, estaba en medio del paraíso en el Jardín del Edén (Génesis 2:9) y servía para perpetuar la eternidad. Así también se le hace a los cristianos que viven en el fin del tiempo del fin, porque la Biblia dice:” En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones” (Apoc. 22:2). Después de la resurrección, ya restaurados en la eternidad, los redimidos comerán del árbol de la vida cada mes, y cada sábado se seguirá adorando a Dios. Dice el profeta Isaías: “Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. Y de mes en mes, y de sábado en sábado, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová” (Isaías 66:22-23).

 

Conclusiones: A) El mensaje de Éfeso, es un mensaje simbólico porque representa un mundo sin Cristo, en la idolatría; pero una vez cuando Jesús llega al corazón de los humanos, estos adoran solo a Dios en el nombre de Jesús. B) La Iglesia Cristiana en el tiempo del fin, guardaría los diez mandamientos de Dios y tendría la Fe de Jesús (Apoc. 14:12). Y dentro de los diez mandamientos, está el sábado en el centro (Éxodo 20:8-11). Por lo tanto, el sábado ya ha sido restaurado y hay que obedecer solo las Escrituras. Dice un dogma de la tradición: “La Iglesia Católica cambio la observancia del Sábado al domingo como derecho divino e infalible autoridad  dada a ella por su Fundador, Jesucristo. El Protestante que clama a la Biblia como única regla de fe, no tiene garantía en la observancia del domingo. En este asunto, solamente la Iglesia Adventista del Séptimo Día es la única protestante persistente “(The Question Box. The Catholic Universe Bulletin, August 14, 1942. p. 4)”. Mi pregunta para ti: ¿Dónde planeas tu jubilación para la eternidad? Sólo habrá dos destinos: la eternidad con Jesús o la destrucción en el Lago de fuego y azufre, donde estará Satanás y sus ángeles.

Que Dios nos ayude a cada día, arrepentirnos, confesar nuestros pecados y estar listos para el encuentro con Jesús. Dios te bendiga y te cuide en este tiempo de crisis y enfermedad.