IGLESIA DE ESMIRNA o IGLESIA DE LAS CATACUMBAS. 

 

«Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte» (Apocalipsis 2:8-11).

 

Saludos a todos mis hermanos, amigos y colegas. En nuestro estudio de los Sellos de Apocalipsis y las siete iglesias, hoy veremos un paralelismo con el Segundo Sello: El Caballo Bermejo y la Iglesia de Esmirna.

 

Y nuestra pregunta es: ¿Quién era Esmirna? La llamaban “el adorno del Asia”. La flor del Asia Menor porque tenía un círculo de hermosos templos que coronaban la colina situada detrás de la Ciudad. Y se destacaba por una lealtad casi fanática a Roma en aquel entonces y al Emperador. Fue la primera del Asia Menor en construir un templo para honrar a Roma como diosa (195 d.C.). Fue también una de las primeras del Asia en edificar un templo al Cesar para honrarlo como dios (26 d.C.) [Apocalipsis. Loron Wade, p. 26].

Con un contexto de idolatría así ¿qué pasaría con los cristianos que predicaron en este lugar? Lo más normal es que los mataban y los perseguían por predicar a Jesús como su Señor y Salvador. Y simbólicamente, este contexto se aplicó a la segunda etapa en la historia del cristianismo porque el imperio Romano que todavía reinaba, persiguió y mató a los muchos cristianos. 

 

Analicemos las características de la iglesia:

1) ÉPOCA: Fue un período de persecución durante el imperio Romano porque en lugar de adorar al Cesar como dios, adoraban y confesaban a Cristo Jesús como su Señor y Salvador. Jesús dijo: “A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 10:32-33). Y el apóstol Pablo lo confirmó: “Que, si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” (Romanos 10:9-10). Y como los Cesares se autonombraban dioses, como mencionamos en el “Caballo Bermejo”, pedían que se les arrodillara y adorara una vez por año, besándoles el anillo. Y como los cristianos no lo hacían, eran quemados o echados al circo romano o al Coliseo para ser devorados por los leones o fieras salvajes.

2) MENSAJERO: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió (Apoc. 1:17-18). Es decir, quien está hablando es nuestro amado Maestro JesuCristo.

3) PERÍODO ABARCADO: Los siglos II, III y IV. Es decir, del año 100 (muerte del apóstol Juan) al 313 de la Era cristiana. 

4) COSAS BUENAS: “Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico)”...(Apoc. 2:9). El imperio Romano estaba corrompido, y se vivía una sociedad de lujurias, promiscuidad y pecado como en tiempos de Calígula y Nerón. Así que los cristianos fueron puestos a prueba en esta época, y dieron la vida por Jesús, su Salvador. Se les quitó y decomisó todos sus bienes por no adorar al emperador o al Cesar, y todavía más, eran antorchas de los juegos olímpicos de Roma. “Pero eres rico”, es decir, de vivir en una sociedad tan perversa donde no había libertad religiosa sino pecado y glotonerías, preferían dar su vida por Jesús; y los que no eran probados por su fe, vivían en las Catacumbas. De aquí que también se la haya llamado a este período “IGLESIA DE LAS CATACUMBAS” porque las grandes galeras subterráneas debajo de Roma eran los centros de culto religioso. Leamos lo que dice un libro de historia: “Los gobernantes romanos toleraban todas las religiones mientras los creyentes adorasen las estatuas de los cesares, pero si los cristianos rehusaban hacer esto, se los acusaba de ser antipatriotas, y eran juzgados como traidores, y se les torturaba, y si persistían en su negativa, se les mataba. Se llegó a considerar que practicar el cristianismo era un delito. Se castigaba a los nuevos creyentes arrojándolos a la arena del circo romano con el propósito de que murieran devorados por las fieras salvajes” (HISTORIA 1, PRENTICE HALL. Segunda Edición, pág. 115). “Las Catacumbas ofrecieron refugio a millares de cristianos. Debajo de los cerros, en las afueras de la Ciudad de Roma, se habían cavado a través de tierra y piedra, largas galerías subterráneas, cuya obscura e intrincada red se extendía leguas más allá de la ciudad” (Conflicto de los Siglos, p. 44). Las Catacumbas, además de servir para guardar los ataúdes, fueron utilizadas como centros de reunión y culto religioso, de éste modo, eludían las burlas y persecución de que eran objeto entre la población romana (HISTORIA 1, De la Prehistoria al Renacimiento. Gomez, ET AL.  PRENTICE HALL. 1998. 2a. Edición. Pág. 120).

5) PROMESAS. “No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados”,… (Apoc. 2:10). Los cristianos como en todos los tiempos, tenían maravillosas promesas de las cuales se aferraban a ellas, tales como: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones” (Salmos 46:1). “No temas que yo estoy contigo, no desmayes que yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10). ¿Qué pues, diremos a esto?  si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Romanos 8:31). “Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias… Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová. El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado” (Salmos 34:17, 19-20). “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento” (Salmos 23:3-4). “Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos” (Salmos 91:11). Y clamaban a ellas, algunos eran librados y seguían predicando del amor de Jesús y adorando en las Catacumbas; y los que no, entregaban sus vidas en el Coliseo o el Circo Romano para quedar ya inmortalizados para vida eterna. 

6) CONDICIONES. He aquí, …y tendréis tribulación por diez días” (Apoc. 2:10). La historia de los Césares, quedó registrada en los libros del cielo, que, todos los discípulos de Jesús a partir de este período, fueron perseguidos por predicar la palabra de Dios y tener el testimonio de Jesucristo, como el apóstol Juan (Apoc. 1:9-10). Leamos estos registros: A) En el 100 d.C., Vespaciono estableció una nueva política de persecución, que duraría los próximos 200 años. B) Durante Antonio Pio (128-161), los cristianos eran acusados de ser responsables por una serie de terremotos en el Asia Menor.  Miles murieron, entre ellos, el famoso Policarpo, Obispo de Esmirna. C) Bajo Marco Aurelio (161-180), los filósofos griegos acusaron a los cristianos de graves crímenes, y se desató uno de los tiempos más terribles de persecución. D) Decio Trajano (249-251) vio que la fe cristiana se había propagado tanto que amenazaba la existencia misma de la religión pagana. Por lo que, ordenó el exterminio del cristianismo. E) Galo (251-253) y Valeriano (253-260) siguieron la misma idea de exterminio de los cristianos. F) Diocleciano (202-212) fue quien lanzó la última y más severa de las grandes persecuciones de la historia por diez años. Y finalmente, el emperador Constantino, puso fin a la sangrienta historia de esta época en el año 313, con “el Decreto de Milán” en el cual la religión cristiana recibió completa tolerancia y libertad [Apocalipsis. Loron Wade, Iglesia de la Iglesia de Esmirna]. 

7) EXHORTACIONES. “Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida” (Apoc. 2:10). El apóstol Pablo hablando a todos los cristianos decía: “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:12-14).

8) PROMESAS AL VENCEDOR. “El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte” (Apoc. 2:11). 

¿Te gustaría conocer más de la historia y ¿qué pasó con la Iglesia Cristiana de los tiempos apostólicos? No te pierdas el siguiente tema: “El Tercer Sello: El Caballo Negro, y la Tercera Iglesia: Iglesia de Pérgamo”. Dios te bendiga.